Cuando Alejandro Dumas escribió sobre los tres mosqueteros y las grandes
batallas de Athos, Porthos y Aramis con su ya famosa frase: “Todos para uno
y uno para todos”, no pensé que con el tiempo los iba a conocer en persona y
compartir con ellos algunas experiencias, es cierto lo que digo porque en
verdad conocí a tres personas que honraban la
amistad y su palabra era el
máximo honor de respeto y dignidad. Como en la historia de Dumas tampoco
fueron hermanos de sangre, pero se hicieron más
hermanos de vida por todas las experiencias juntos. Mis tres
mosqueteros: Luis Alberto Sánchez (mi tío Alberto), José Portugal (mi tío
Pepe) y Félix Palomino (mi viejo), recuerdo cuando los veía juntarse los sábados
en las casas de cada uno de ellos, si esta semana tocaba en lince, (José leal)
donde mi tío Pepe, la próxima era en los barrios altos, (Ancash) donde el cholo
palomino y la siguiente en el Rímac (la
capilla), con mi tío Alberto. Cada reunión era mejor que la otra, pura música
criolla y guarachas, cantaban, bailaban y comían, se amanecían y cada uno con
su doncella, mi tía Judith, mi mama
y mi tía concho, los acompañaban en sus
aventuras. Y yo que hacia entre los adultos, pues era el que recogía las botellas
vacías de cerveza, botaba la chapas y salía a comprar los cigarros, en verdad
nunca me molesto hacerlo, porque me permitía verlos en plena diversión y en la
cosas que hacían. Cada uno tenia su propio sello, uno era el galante, afanador, coquetón y contador
de chistes, el otro el buen bailarín y zalamero y el ultimo el centrado que ponía
la cuota de reflexión y seriedad, al igual que los mosqueteros, no se si Dumas
los conoció o ellos se inspiraron en su obra. El primer mosquetero mi tío pepe un maestro súper creativo en el
calzado y lo que mas recuerdo son mis primeros makarios de charol de dos colores
marrón y lúcuma, taco aperillado y punta
reforzada, hechos por sus manos para mi, por que siempre me decía Calos!! (Nunca
me dijo Carlos) con estos zapatos bailas
mejor. Con mi tío Alberto era diferente con el conocí lo que es la fiesta brava
en acho, me escapaba de mi casa y lo buscaba para ver todas las corridas de la
feria del sr. de los milagros en octubre y si que vi buenas corridas, ahí nació
mi gusto por las novilladas y conocí grandes toreros, como mi tío Alberto tenia
su puesto de cerveza dentro de la plaza de acho, todo era perfecto, entra como
ayudante , me decía pájaro ( será por el apellido) ,igual a recoger botellas, así aprendi, de
molinetes, pases de pecho, manoletinas, naturales, etc. los toriles, el paseíllo
, los monosabios y el altar de los santos, me encantaba treparme en el burladero
y de ahí ver las corrida desde el tendido por sol, al final del día la propina
de ley y listo corriendo a mi casa, cuando me preguntaba mi mama donde había
estado , le decía en le martinete viendo como jugaban futbol. El tercer
mosquetero es mi papa, pero tiene historias a parte. Ahí están los tres
mosqueteros, que vivían los unos para el otros como la frase de Dumas, se
buscaban, se llamaban, jamás los vi discutir así sea por futbol, política o lo que
sea, siempre se reían y apuntaban a pasarla bien y vaya que lo hicieron, por yo estaba ahí y los vi. Carnavales,
navidad, cumpleaños, siempre había un motivo, en verdad tengo que agradecer a DIOS,
por que con ellos descubrí lo que es ser
hermanos y no de sangre.
El tiempo pasó y poco a poco los
mosqueteros fueron tomando rumbos diferentes y nuevas responsabilidades, hasta
que se acabo. Lastima que con mis primos no pudimos continuar esas aventuras
que ellos vivieron, pero así es la vida y continúa. En algún momento pensé en
la historia de los tres mosqueteros al final aparece un personaje muy joven que
busca continuar la vida de los mosqueteros D”artagtnan y me pregunta es? Y por
que no….
Carlos Antonio
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