Esta frase encierra a veces muchas verdades, en realidad no era de creer
en ello, pero el día de ayer justo martes
pasó algo que va quedar marcado en mi vida. Como cualquier día martes
después de salir de dictar clases
durante toda la mañana en la universidad me dirigí a mi casa con la
finalidad de almorzar, luego del duchazo de ley, con su respectiva siesta para
recuperar fuerzas para las clases de la noche. Luego de haber estado tocando un
momento la guitarra y conversando agradablemente por el Facebook, sonó mi
celular, hola dije!...... hola Pa! me contesto, era mi hijo menor el Jos. Pa!
una cosita vas a salir a clases? porque le pregunte qué pasa?, no nada me dijo,
solo quería saber si no quieres ir al Gimnasio a relajarte un poco,…… a caray
conteste y dices que no pasa, ….no en verdad no pasa nada, solo que quiero
relajarme, vao o no?, ya sale le conteste te espero para bajar al gyn a sudar
un rato ( con lo que me gusta tanto boxear, cada vez que voy la pera, la soga y
el costal pagan pato, ahí elimino todo el stress). Tengo que reconocer que me olvide de mis
clases de la noche en la universidad (me imagino que los estudiantes habrán
saltado de alegría porque no fui, ya que tenían que dar un control de lectura,
y se les presento la virgen). Llego el Jos, se cambió con ropa de deporte y yo
ya estaba cambiado, bajamos y en verdad fue genial, la tarde noche que pasamos,
si nos hubieran visto a los dos calentando antes de empezar los ejercicios, lo
hacíamos igualitos, al mismo ritmo y de la misma forma, solo me quedaba
mirándolo en esos grandes espejos que tienen los gimnasio y no creía lo que
veía, el jos a mi lado haciendo ejercicios físicos, puchaa! como creció y que
rápido ( algo así me paso con mi hijo mayor el Luisk, solo que con el eran los
partidos de fulbito, que cuando menos me di cuenta, ya había crecido y ya no
dependía mucho de mi ). Ahora estaba con el Jos los dos sudando con los
aparatos, al extremo q maceta (así le llamo al instructor) me comenta, maestro tu hijo ya te paso en talla, te estas
quedando chato!, ja, ja, ja,… si ps. Que se le va hacer le dije, son cosas de
la vida. Hora y media después terminamos nuestra rutina y quedamos recontra
cansados y sudados, pero salimos más que relajados, contentos por el tiempo
compartido, (dicen que eso no tiene precio, para lo demás esta MasterCard… je,je,je,je,jeeee.) La verdad espero que se repita y eso ocurrió
un martes con su famosa frase de que ni
te cases, ni te embarques, ni de tu casa te apartes.
Carlos Antonio
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