Esta fecha encierra una de las experiencia mas triste, pero a la vez aleccionadoras
que pude pasar en lo que va de mi vida. Acabo de recordar eso al momento de
estar buscando unos polos de verano, sin querer encontré en una bolsa oscura mi
uniforme naranja, mi viejo y fiel uniforme junto a mi fotocheck. Desde muy
joven me gusto participar en todo tipo de actividad de apoyo social, comunal,
parroquial y del vecindario en forma activa, será por que mi mama y mi papa nos
formaron así a todos mis hermanos y lo digo por que al correr el año 2001 me
encontraba como Brigadista Rescatista Voluntario de Defensa Civil del distrito
de Miraflores y aprovechaba los fines de semana después de salir de trabajar y
estudiar en la universidad para ir a mi base en el coliseo Bonilla en la av. del
ejercito, ahí tenia el cargo de Jefe de Brigada, y bajo mi responsabilidad un
piquete de seis brigadistas jóvenes o
aspirantes a brigadistas, en verdad que la pasábamos muy bien en algunos
eventos organizados por el municipio, llámese conciertos, eventos deportivos o culturales
y nuestra función era mas preventiva, pero llego ese 29 de diciembre que me cambio
en mucho la forma de ver la vida. Recuerdo que ese sábado había ido a visitar
con mis dos hijos a mi mama que aun vivía en los barrios altos, los dos muy
pequeños el mayor de 12 y el menor de 2 años
de edad, después de haber estado toda la tarde con mi madre nos despedimos a
eso de las 7:00 pm. Cuando estábamos fuera de la quinta el mayor de mis hijos
me comenta, mira pa!,… cuanto humo se ve en el fondo, al levantar la vista era
cierto, el cielo estaba gris y una de las cosas que aprendimos en el tiempo de instrucción
como brigadista rescatista fue a diferenciar el humo y deducir que tipo de
fuego es, y así saber que usar para sofocarlo. Parece un incendio le dije a mi
hijo mayor y se ve bastante cerca, pero bueno esperemos que no pase a mas, al
parar el taxi para irme a mi casa, que en ese tiempo vivía por la victoria a la
altura de la 20 de parinacochas y 7 de Canadá, el taxista me comenta en forma asustada.,
tremendo incendio que se a desatado en mesa redonda, así le dije ?.. Por favor
puede prender su radio, en forma inmediata
puso RPP y ahí informaban, que un
incendio tipo extraordinario urbano se había desatado (nosotros sabemos lo que
significa eso, Alerta Roja) y hacían el llamado a todas la unidades de apoyo
civil se presenten en el siniestro. Lo único que hice fue dejar a mis dos hijos
en mi casa ponerme mi uniforme naranja y decirle a luisk (mi hijo mayor), un
favor cuida a tu hermanito, tu mami no tarda en llegar. Salí y lo que pensé fue,
si es que voy hasta mi base por todo mi equipo, desde la victoria hasta Miraflores
es mucho tiempo, así que decidí ir de frente a mesa redonda, en esos momentos
paso un camión cisterna con agua que iba al incendio, al hacerle señas, paro y
me di con la sorpresa que la cabina del piloto venia llena y lo único que atine
es subirme a la tolva del camión, bajo por toda parinacochas e ingreso por lucanas,
llego hasta cocharcas e ingreso por un lado al jirón cuzco, de ahí de frente y
cuando menos me di cuenta estaba en medio del incendio, frente a las galerías mina
de oro, al costado del centro comercial emancipación, la gente corría, otros
gritaban, yo veía todo y no veía nada al mismo tiempo, solo una voz muy fuerte
me grito: “ causa se soltó el pitón, se soltó el pitón !! y era completamente
cierto, el pitón es la parte por donde sale el agua de las mangueras y le da
fuerza a los chorros , lo único que atine es tomarlo con las dos manos y junto
al que me llamo, que después vi que era de la compañía Roma ( nunca supe su
nombre) ajustamos el bendito pitón y comenzó a disparar el agua al segundo piso
de mina de oro. Perdí la noción del tiempo, cada cosa que venia era una peor
que la otra, el olor a carne quemada llegaba hasta el cerebro, cuerpo que
flotaban en los sótanos de la galería, lo mas impresionante eran los autos ticos
quemados unos detrás de otros frente al centro comercial con gente adentro,
como aquella imagen de un hombre que de su pecho salía una cabeza pequeña, y
ambos cuerpos unidos, se había quemado abrazando a su hijo, ( discúlpenme pero
en estos momentos estoy temblando ), Aun no se que hora era pero el agua ya la
tenia por la cintura y el fuego no dejaba de levantar, dentro de todo esto vi
aun par de amigos brigadistas rescatistas también de Miraflores, Mauricio y la
chata , se me acercaron y lo primero que me dijeron fue: Palomino sal!!...,¿
como les dije? , que salgas!! , Mauricio
es de mi promoción y también es jefe de brigada y si me lo decía era por algo,
ellos estaban equipados, con botas, guantes, mascarillas y radio comunicadores.
Es cierto le hice caso y salí, cuando llegue hasta la plaza castañeta, donde
estaba el COE (centro de operaciones especiales), ingrese a una carpa y lo
primero que me dieron fue una frazada y una taza de café, se me acerco una persona
muy amable y lanzo una pregunta de frente: dígame que cosa ha visto Ud. ahí adentro?,….
como le dije, por que me pregunta eso?, solo contésteme por favor, que es lo
que vio!!.. Lo que vi son maniquís le dije, solo vi maniquís, nada mas, Me
abrazo y se presento, soy del departamento de psicología de defensa civil y
queremos saber como esta (ojo que vi que habían varias de estas personas con
sus chalecos azules y su cruz roja en el pecho hablando con bomberos, policías,
y hasta civiles dentro de las carpas), con mucha paciencia me invito a que
llore, hágalo me dijo, eso va lograr que rompa la presión que tiene, …Le dije
no puedo hacerlo!!, para mi solo son maniquís lo que vi, le volví a responder.
En ese instante llego el director de defensa civil de Miraflores, con la
totalidad de efectivos todos equipados y me pregunto desde que hora estaba ahí y
le conteste que no recordaba comentándole como había llegado, Me miro y
levantando la voz lanzo la frase: como es que a podido ingresar sin el equipo
correspondiente, el primer mandamiento de un brigadista es protegerse uno
primero y así es mas útil a los demás,.. No supe que decir, tenia toda la razón,
su orden fue inmediata, Palomino váyase a su casa, cámbiese de ropa, descanse y
mañana se reporta al COE a las 12m., comprendido?.. ¡Comprendido!, solo atine a decirle en voz baja. Salí de mesa
redonda y pregunte la hora, ya era día 30 de diciembre, mas de las 12 , tome un
taxi, llegue a mi casa, mi esposa estaba despierta viendo la televisión y a la
vez escuchando la radio que transmitía en vivo lo que estaba pasando, la abrace
muy fuerte y fui donde estaban mis hijos
y los abrace a uno por uno, los bese en la frente y me metí a la ducha y me
puse a llorar como un niño, quería que se vaya ese olor a carne quemada que lo
tenia por todo el cuerpo y con el agua de la regadera se fueran todas la imágenes
que había visto, tome un botella de agua de colonia de salida de baño y me la
eche por completo, y lo único que le repetía a mi esposa era, ¡huelo a muerto,
huelo a muerto!!. Me volvió abrazar, seguí
llorando y así me quede dormido. Al día siguiente fue otra historia que en algún
momento escribiré. Es por ello que ese 29 de diciembre del 2001 no lo voy a
olvidar nunca, por que me permitió vivir cosas muy fuertes que no quise detallar
en estas líneas porque recordarlas aun me duele el alma, pero al mismo tiempo
me hizo entender que nadie tiene la vida comprada. “Y que si no vives para
servir, no sirves para vivir”.
Carlos Antonio