Dicen que hay que vivir el presente, el ahora, el hoy, que para que preocuparse del futuro y menos pensar en el pasado, creo que quien lo dijo no vivió en mis barrios altos, es mas creo que ni lo conoció en la época de carnavales. Y es que el pasado fue mejor, por que cuando llegaban los domingo de febrero todo estaba listo desde el sábado, las mamás hacían el mercado temprano para ya no salir de casa o cocinar rápido para jugar después de almuerzo con agua. Con mis amigos del barrio ya teníamos los globos inflados con el h2o en un balde desde el día anterior y ni bien amanecía al toque a la puerta de la quinta a pescar a toda chica que pasara o saliera de la quinta a comprar el pan. En el primer descuido juat!!, un globazo, y no es que lanzáramos uno solo, sino salia una lluvia de globos y al menos alguno tenia que caerle, en mas de una oportunidad salían acompañadas con su mamá, papá o hermanos, igualito nomas era por que como todos nos conocíamos no había problema. Eso si, jugábamos con globos y baldes con agua limpia y en mas de una oportunidad la mamá o el papá, se prestaban para que mojen a sus hijas. Como me voy olvidar las guerritas que se armaban entre los de los altos contra los de la pampa en mi quinta Corazón de Jesús, lo curioso es que después de haber jugado fulbito juntos, nos separábamos para agarrarnos a globazos o baldazos limpios.
En mi casa existían dos jardineras grandes, que mi mamá había mandado a poner cemento y nos servia como piscina o poza si quieren(muy aparte, esas jardineras tienen sus historias propias, por que de pequeño y joven fueron mi escuela, mi ómnibus, mi barco, mi lugar romántico junto a mi guitarra y muchas cosas mas que ya se las contare) , la llenábamos de agua y ahí almacenábamos mas globos, cuando se acababan lo único que nos quedaba era cargar a nuestras victimas y meterlos ahí, que bonito tiempo de carnavales.En estos momentos me acuerdo de una chica muy bonita ella, que recién había llegado de Iquitos al barrio, toda seria, de linda sonrisa, ojos grandes claros y cabello castaño, no menciono su nombre por respeto, y entre todos los muchachos apostamos haber quien era capaz de mojarla no con globo sino con un balde en la cabeza, nadie quería mandarse, salia a comprar y para piña la tienda de Don Román y la Sra. Aida, estaban al costado de la quinta, es decir tenia que pasar si o si por ahí, lo hacia y nadie se atrevía a nada. Ya se había librado de mojarla un par de domingo hasta que salio un valiente y me le mande con mi balde grande lleno de agua, solo me miro fijo a los ojos e hice los mismo, lo único que le dije fue, Hola!!, sabes que no queda otra que mojarte, si ya vine hasta acá no hay vuelta que darle, me sonrió y con su dejito charapa (y no lo digo con desprecio por que fue muy tierno en verdad), me dijo antes que me mojes como te llamas, Carlos le conteste y Tu .....( me dio su nombre), bueno hazlo, y le puse el balde en la cabeza, quedo empapada, lo único que me quedo decirle fue, no me odies por lo que hice estamos en carnavales y ya esta!! Lo mas simpático es que nos quedamos conversando un ratito y mis amigos desde la puerta de la quinta nos comenzaron a tirar globos, la acompañe hasta el edificio donde vivía y le volví a pedir las disculpas del caso, pero ya estaba hecho. Regrese como triunfador donde mis amigos y todos querían saber como se llamaba, donde estudiaba, cuantos años tenia, lo único que me quedaba contestarle era vayan y pregúntenle. Ya por las noches, algunos de mis amigos salían a "matacholear", ahí yo no le entraba, porque eso de preparar una media llena de talco y tirártela por la cabeza o por alguna parte del cuerpo no iba conmigo, (eso que jugaban chicos y chicas) lo que hacia era quitarme a ver a mi enamorada que vivía por sta. catalina y regresaba tarde cuando ya todo había acabado. Así nos pasábamos los carnavales, hasta que comenzaron a cambiar las cosas, ya aparecieron las pinturas y no solo era mojar sino pintar la cara con betún, esmalte y cualquier cosa que pueda dar color. Ya no jugaba mucho los carnavales y preferia quedarme en mi casa o salir temprano. En uno de esos domingos que la mancha estaba jugando con pintura y agua, salí todo cambiadito por que había quedado en ir al cine, así que le pedí a mi viejo que me acompañe para tomar un taxi, cuando llegue a la puerta de la quinta y mi Brother Ruben y mis patas me vieron con pantalón y zapatos blancos, camisa verdecita, todo peinadito y con perfume, lo único que pensé fue, "ya perdí", en esos momentos paso un taxi y me subí a la volada y le dije al chófer arranque que me quieren asaltar, suba las lunas por favor, y estos jijunas desde afuera gritaban bájelo del carro, él es su hermano, desde dentro le seguía insistiendo mentira, son choros y nos van a cuadrar. El taxista acelero y me puse a reír, por la ventana posterior les hacia zumba y desde lejos me hicieron una señal de que estaba muerto (pasaron su dedo por la garganta). Todo salio bien, después de ir al cine, regrese a eso de las diez de la noche a mi casa, todo estaba tranquilo, mis amigos en el punto de reunión de siempre, la puerta de la quinta, me acerque a saludarlos y cuando menos me di cuenta uno de ellos me agarro de la cintura y el otro de los brazos, "Hey que fue les dije.... !!, tu que creías que te la ibas a librar, pero es de noche les repetía, y la respuesta fue genial ! ! carnaval, carnaval alegría sin igual !!, lo único que les pedí fue que sacaran mis documentos para que no se mojen y ya se pueden imaginar lo que paso, llegue todo mojado a mi casa, del pantalón blanco y zapatos blanco, parecían camuflados y de la camisa no les puedo contar. De ahí en adelante cuando tenia que salir temprano a ver a la enamorada, jugaba con ellos desde la mañana (yo solo con agua), y por la tarde ya no pasaba nada y me iba tranquilo. Así era mi barrio, es por ello que repito todo tiempo pasado fue mejor.
Carlos Antonio
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